Cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios.


30 Años: ¡Un alto en el camino!

30 Años: ¡Un alto en el camino!

Este año se cumplen 30 años desde que me recibí e inicié en el camino profesional. Tres décadas en las que he tenido el privilegio de ser testigo y, en muchos casos, parte activa del desarrollo de tantas empresas aquí, en nuestra provincia, acompañándolas en sus desafíos de marketing y comunicación.

He visto nacer ideas con una fuerza arrolladora, proyectos que parecían imposibles tomar forma y a emprendedores valientes dejar su marca, a pesar de todo. Porque si algo he aprendido en estos años, es que "a pesar de todo" es casi una constante en nuestra realidad. Sabemos que falta mucho por recorrer, que en muchos aspectos aún estamos dando los primeros pasos, y que la economía es esa compañera de viaje siempre inestable que nos obliga a recalcular permanentemente.

Entiendo profundamente cómo la inestabilidad y la falta de previsibilidad pueden amilanar hasta al espíritu más audaz. Hablar de planes a seis meses, y ni qué decir a seis años, se siente la mayoría de las veces como un ejercicio de ciencia ficción. Y hoy, nos encontramos nuevamente navegando una crisis social profunda, donde la polarización de creencias parece alejarnos de esos puntos de encuentro tan necesarios para traccionar juntos hacia un futuro que nos contenga a todos.

Me encantaría poder ofrecer palabras de puro aliento, de esas que pintan un horizonte despejado. Pero mi experiencia me ha enseñado a ser más observadora, a aquietar el ruido externo y a confiar profundamente en mi intuición, en mis afectos, mis compañeros de viaje y en el conocimiento que he ido construyendo paso a paso, proyecto a proyecto.

No me siento con el valor, ni quizás con el derecho, de decirle a nadie qué camino tomar o cómo navegar estas aguas turbulentas. Cada uno tiene su propia brújula y sus propias batallas.

Lo que sí puedo compartir con absoluta certeza es la seguridad en mis propios pasos. En estos 30 años he aprendido a escuchar esa voz interna, a validar mis intuiciones con la experiencia y a seguir adelante con la convicción de que, incluso en la incertidumbre, se puede construir con profesionalismo, con ética y con una mirada honesta.

Mi compromiso sigue siendo ese: aportar desde mi lugar, con las herramientas que tengo, creyendo en el poder de la comunicación bien entendida y en la resiliencia de quienes, día a día, siguen apostando por crecer en nuestra tierra.

Gracias a todos los que han sido parte de este increíble y desafiante viaje. La historia continúa, y la seguiré escribiendo con la misma pasión y el mismo compromiso de siempre.