
Cine Nacional, espejo colectivo
A veces las películas nos muestran historias de vida de otras personas que nos dan miedo, o son inspiradoras o nos trasladan a otras épocas, pero cuando nos muestran a nosotros mismos, son un viaje al Interior y no siempre es agradable.
Homo Argentum, la película que protagoniza Guillermo Francella, dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat, fue vista por más de 1 millón de personas en sus primeros días de exposición generando un suceso en el cine nacional y promete mucho más.
Generó un sinnúmero de discusiones sobre si es o no así, nuestra argentinidad, Pero lo cierto es que el ejercicio de verse al espejo es duro para cualquiera.
Componen el relato 16 cuentos cortos, uno da más miedo que el otro y lejos están de ser cómicos o graciosos. Lo único que podríamos hacer es una mueca de horror o una risita nerviosa. Después del primer cuento ya entendés todos. Si naciste acá, en Argentina, no hay nada que explicarte. La tenés que ver con tus propios ojos, pero la reconocerás con la memoria, sin ninguna duda.
Este año fue muy particular porque también pudimos ver en formato de serie de plataforma al Eternauta, versión 2025 en una Buenos Aires actual, pero con un mensaje de los años 60 donde nos proponía un Nadie se salva solo y contenía una visión esperanzadora, que contrasta notoriamente con este Argento, resultado de tantos años de desaciertos.
¿Quién es ese Homo Argentum? es la pregunta del millón. ¿Soy yo, sos vos? ¿Somos todos? ¿Qué clase de pueblo somos? Que viajamos sin norte, sin timón y navegamos a la deriva, aunque ni siquiera haya tormenta.